XXIII
XXIII
De uno a otro desgarro
Nos acentúamos
Es el tiempo de estas cruces
Tatuadas en la piel sobre los siglos
De una a otra mano nos
Regamos en una multitud de ausencias
Intercambiándonos la sed
Eres la permanente mejilla en mis labios
Boca y dientes enlazamos la lámpara
Del laberinto
Que cuelga del jardín de esta pasión
Engavetada en los días
Clavados en la música
Que te implora e investiga
La razón de los besos,
Esos,
Tallados, desgarrados
En la media luna
Bestia hambrienta de albas,
Música perfecta
En la niña de papel
Que renació tus tristes juguetes
Que abre
Una vez más
las posibilidades de ser cuento
Y arrasó las extremidades de éste
Universo de lluvias y tormentas
Eres todo
Todo
Lo que has sembrado
Eres todo lo que luchas
Por ser
Y caes
En mis hombros como hoja pintada
De escalofrío y de invierno
Los razgos soleados de tu pelo
me rodean, me abordan
Con lágrimas de sal
Bañas mis sábanas paso a paso
Difícil de entender
Eres
Entre multitudes que predican sin cumplir
Amores más allá de la angustia
Este enlace nos ha hecho atravesar
Humedades y elementos
Años ganados
Años perdidos
Cenizas de otros siglos.
Rafael Román Martel 9 25 2015 UC