XXIV
XXIV
De una a otra tarde nos hemos comulgado
Nuestros cuerpos regidos por la luna
Esa que cuelga de la manos de un altar
Que nos afiló el amor hasta la muerte
Nos hemos confesado despertando el día
A la luz de curiosas paredes
En la corriente de un río
De manos que se rozan
En esta entrega sin salida
Amantes la mitad de una vida
Presentes en los cuerpos
Tiempo de risas
Tiempo huérfano de palabras
Oh, nos hemos amado
La mitad de la vida
Fabricado hemos un universo
En la copiosa certidumbre de las lluvias
Que nos han tatuado cicatrices en los ojos
Siempre fijados
En el abrazo y en la lucha
De vivir vena a vena, beso a beso
La gaveta de los sueños
La esperanza en llamas
Oh, en la mañana hemos amado
La minuciosa extensión de los labios
Esta posesión
Segura que ni el tiempo
Ni las tormentas
Ni los fantamas del pasado ni del presente
Nos arrebaten el futuro
Todo hinchado de las imperfecciones
Que nos han salvado del naufragio
Ese pasado nos ahoga
De caricias y de encuentros
De noches que nos emboscan
En este largo viaje
Amor, comulgemos la pasión
Que la vida se va
Y la eternidad nos acecha.
Rafael Román Martel 10 1 2015 UC