La historia no es oficial
Rafael Román Martel
Una encuesta efectuada en la Habana entre el 15 y el 30 de Noviembre de 1995d demuestra significativamente el criterio mayoritario de los cubanos en referencia a las inversiones extranjeras en la isla, el embargo y la planta nuclear de Juragüa. El resultado de este censo le costó al menos a uno de los que lo realizaron, Osmel Lugo, del Partido Democrático 30 de Noviembre, el consabido hostigamiento de la policía política cubana que insistió en arrebatarle su grabadora portátil, intentándolo persuadir, de manera típicamente facista, de que no continuara con su misión Informativa. El delito de Lugo y de sus compañeros es no consultar con los miembros de la “historia oficial”, esto es, del Partido Comunista cubano.
Ciudadanos de seis municipios de la capital habanera fueron encuestados por miembros del partido 30-N, Solidaridad Democrática, Asociación por la Amnistía y el Rescate de los Derechos Humanos. 468 personas fueron encuestadas, entre las especificaciones de los participantes se suman una serie de datos que hacen de esta encuesta una de las más profesionales que se hayan efectuado en Cuba en muchos años, considerando la presión política en la que se desarrolló. De las personas en cuestión 258 se encuentran entre los 18 y 35 años de edad, 42 son estudiantes, 114 tienen vencido el nivel secundario, 219 han alcanzado el nivel pre-universitario. 183 personas se encuentran entre la edad de 36 a 60 años. Así los datos ruedan, fluyen a través de la relevante matemática de los resultados, sin dejar un espacio para dudas que puedan ser utilizadas por la dictadura con el fin de desacreditar esta tarea. En 1990 el Movimiento 30 de Noviembre realizó una encuesta en Berlín. El objetivo era la opinión de la juventud alemana sobre el comunismo y los cambios políticos. 135 miembros del movimiento trabajaron largas horas por el periodo de un mes, entrevistando a tres mil alemanes. Fui parte de ese equipo y confieso que la realizada en la Habana por estos jóvenes cubanos contiene más especificaciones que la complicada ENCUESTA que revelo el descontento en que vivían los jóvenes alemanes durante el comunismo.
La verdad no puede ser borrada. El régimen castrista tiene a sus servicios una formidable máquina de fabricar mentiras, distorsionar información, desaparecer personas y hechos históricos, pero la verdad siempre triunfa. Los resultados de la encuesta realizada en la Habana, revelan la otra cara de “la historia oficial”. A la pregunta ¿Apoya usted el embargo como medida para presionar al actual régimen de gobierno y acelerar la transición de Cuba hacia una sociedad civil y democrática, sí o no? 375 contestaron afirmativamente, 93 están en contra. En cuanto a las inversiones extranjeras la pregunta es: En caso de producirse un cambio de gobierno en Cuba ¿Qué opina usted que se debe hacer con las actuales inversiones extranjeras en Cuba? A) ¿Son respetadas y reconocidas? 120 personas opinan que si, 348 opinan que no. 363 personas opinan que deben ser confiscadas o expropiadas, 105 opinan que no. 441 personas opinan que tales inversiones contribuyen a fortalecer al actual régimen cubano, 27 opinan que no. 75 opinan que las inversiones extranjeras ayudan al país en el aspecto económico, social y político, 393 dicen que no. En cuanto a la planta de Juragüá, 147 personas estaban de acuerdo con la presencia de la planta en Cuba, 321 están en total desacuerdo.
Existen dos elementos vitales que hacen de esta encuesta un documento importante. El primero es el rechazo del pueblo por la dictadura, punto que subraya la unanimidad de los cubanos en la emergente necesidad de un estado de derecho. Por otra parte los cubanos están dispuestos a pagar un precio por expresarse, los que organizaron esta labor arriesgan tiempo en prisión, ostracismo social y acoso de parte los esbirros castrista. Los mismos esbirros que golpean a los activistas de derechos humanos, los que arrastraron en María Elena Cruz Varela por el pelo y la golpearon salvajemente, los que le pe pegaron un tiro a Cristina Alfonso, una muchacha de 22 años cuyo crimen fue tratar de interceder entre la policía y su hermano. que era pateado sin piedad. Los resultados nos demuestran que el pueblo de Cuba está al acecho de un dramático cambio político. Fidel Castro no está preparado para la paz y la democracia. Ha forzado un embargo económico, político y social al pueblo que ya sobrepasa los límites de la paciencia y del terror que mantiene al pueblo bajo las armas en manos de sus partidarios. Acaba de concluir un viaje por el oriente, su reputación como mendigo internacional se solidifica en cada viaje, en cada mano que extiende esperando unas monedas. En Japón el comandante no dejó espacio para dudas que su desesperación por mantenerse en el poder lo ha llevado a situaciones humillantes: “Necesitamos su ayuda” dijo el viejo guerrillero ante un grupo de mercaderes Japoneses, y repitió estas palabras a todo el que se reunió con él.
La rígida estructura del régimen cubano no acepta la transición pacífica. Día tras día se hincha la indignación de los cubanos. La encuesta realizada en la Habana es una señal de advertencia para Fidel Castro. Mientras tanto, sin una salida de la crisis en el horizonte político cubano, el pulso del pueblo indica que la impaciencia está tomando la forma del peligro para el anciano del cuchillo.
(La Voz de Elizabeth, 1995)