Raúl y la paranoia

Rafael Román Martel

Se abre Cuba ante el mundo. Sí señores ¿qué dictadura? ¿qué derechos humanos? Lo que reina en Cuba es una tremenda paranoia. Esto tiene que ser explicado porque estos muchachitos de la nueva generación tienen la cabeza llena de pajaritos y no se hacen entender. Además, vestidos de turistas suecos y alemanes todo el día, deambulando por los hoteles de La Habana, es muy difícil explicar eso de la paranoia. Pero para eso estoy yo, clarito como un espejito para aclarar que cuando le meten un palo en la cabeza a un ser humano por el simple hecho de disentir en Cuba, o cuando las cárceles se llenan de disidentes que cometieron el crimen de escribir contra la sagrada revolución, o aún cuando asesinan a un cubano o a un montón, incluyendo los niños del Remolcador 13 de Marzo, todo esto es producto de un fuerte ataque de paranoia que sufre el pueblo cubano. O sea, hay que discutir si estas son realidades o productos de un mal patológico.

Por eso, después de la mágica aparación de un blog ahora aparece otro y otro y otro. Es un aguacero de blogs que expresan una opinión “contestataria”, donde los ingenuos o no tan ingenuos visitantes, le comentan a los autores: “¡Sigue adelante, me preocupé por tí pero estás luchando por Cuba amiga. No sé si hablar así te traiga problemas mi helmana.” Los visitantes también están poseídos por la paranoia.

Cuba no ha pasado por una etapa de terrible dictadura por 50 años. En Cuba no hay un grupo de mayimbes que lo controlan todo. Los crímenes que se hayan cometido en el pasado vendrán a caer en una especie de período de rectificación en el cual el tema principal, de manera muy sutil, ya está siendo atendido como “La Paranoia”.

Esta es la manera de tratar este asunto.

Ya están ahí algunos jóvenes (?) cubanos-algunos han vivido en el exterior gracias a la revolución y han regresado a la isla paraíso- como testigo de que, teniendo un blog en Cuba disfrazados de turistas marroquíes, sin explicación razonable, pueden hacer esto sin morirse de hambre, cuando medio país está tratando de resolver un plato de comida, es un paso hacia el desenlace de la paranoia, o sea, un paso hacia otro período de confusión, donde lo único que se resuelve es la mejoría de los vivos que han logrado tener un lab top y quienes han dado a entender en sus propias palabras que ellos tienen las computadoras y se visten de turistas porque son más vivos e inteligentes y progresistas que los demás.

Jamás esta gente menciona a la segurida cubana ni a la inteligencia ni a la contra inteligencia más eficaz de latinoamerica. Jamás tocan el tema de un joven, más joven que ellos-porque ellos no son tan jóvenes que digamos-que ha sido salvajemente golpeado por la policía política , ni tocan el tema de Las Damas de Blanco, ni ponen un post sobre el asesinato de Miguel Valdés Tamayo, ni invitan al Dr.Dersi Ferrer a escribir una palabra.

Y para estos jóvenes “contestatarios” Marta Beatriz Roque no existe. Seguramente estos disidentes y activistas de los derechos humanos son productos de la “paranoia”. Son parte de la realidad que se ha inventado el pueblo cubano y el exilio, término determinante en la labor de los “cambios” que se avecinan en Cuba.

Por eso la aparente desaparición del Apartheid Cubano está en camino. Los cubanos podrán ir a los hoteles en su propio país y todo el mundo a aplaudir. Esto tiene que sonar com un Cambio con mayúscula. Ahora Yipilili no tendrá que vestirse de austriaca para tener un blog donde “denuncia” las atrocidades del sistema.

Y es que los cubanos tienen sus propios blogs, esto és, algunos cubanos. Y los demás son víctimas de la paranoia.

Los demás sobran.

El “exilio” está minado de la nueva generación, el hombre nuevo, el que no cree ni en su madre cuando se trata de resolver sus problemas, el que no conoce de valores morales ni Dios ni consideraciones sentimentales como la patria y la libertad. ¿Qué carajo libertad? La libertad de la mayoría de los cubanos es resolver su problema. Si no me creen pregúntele a los recientes desertores del equipo de futbol de Cuba, cuyas opiniones sobre la política asemejan a la de una jinetera.

El Cubano-Americano de Miami o Union City, el que llevó a su patria en el corazón, no por razones materiales sino por razones emocionales atadas a la tierra y al sentido de nación es un animal en extinción. Raúl Castro, Fidelito y Marielita saben esto. La política cambiará a la medida de las necesidades de los cubanos que ellos han creado. Ellos han parido al cubano del futuro.

El materialismo de izquierda ha eliminado gran parte del idealismo, esto, unido a una corriente universal de “jódete tú y me salvo yo” o conocida en Los Estados Unidos como el “Me Generation” deja a Miami y a los pocos idealistas de Union City, Madrid o Estocolmo en “Survival Island”. La única esperanza para los que hemos puesto un grano de arena por la libertad de Cuba y los héroes como Marta, Dersi, Fariñas o Artúnez y otros, es que la minoría es siempre la madre de los cambios históricos.

La desventaja es que mientras siga la tendencia de que los seres humanos continúen despreciando los valores humanos por la mejor condición de vida, sin importar como la logran, el materialismo de izquierda o derecha terminarán por substituir a los escritores por prostitutas y a los líderes por corruptos políticos y a los asesinos por defensores de los derechos humanos.

Mientras el cubano sienta que su derecho humano está siendo defendido por el rato que se emborracha mientras otro se pudre en una cárcel, mientras el aguafiestas continúe siendo el que trata de mantener los valores que nos hace crecer como hombres y mujeres libres, estamos jodidos. Y mientras más irresponsabilidad haya en los padres que no se ocupan de sus hijos, y niñas y mujeres que siguan pariendo sin tener un sentido de reponsabilidad humana, sin una dirección de respeto humano, el problema cubano es parte del dilema mundial. Gente como Raúl, Fidelito, Roquito y Marielita sabe esto. Han sido entrenados-bueno, excepto Special Ed Pérez Roque-en contar con la estupidez y el ocio de las masas.

La palabra cambio pierde sentido asi como la palabra Libertad o Reponsabilidad. Los cambios son inevitables y ya están aquí: más internet para los sumizos y 16 páginas para el Granma. O sea una manzana para los que colaboran y un purgante para todos.

Para la mayoría de los cubanos que llegan de Cuba hoy la prioridad no es sólo sobrevivir, sino demostrarle a los que están aqui desde los años 60, 70 ó 80 que éstos han estado perdiendo su tiempo trabajando y comiendo mierda en este país: el hombre nuevo tiene un viejo verbo con una nueva semántica: resolver-sobre el cadáver de lo que se les ponga por delante. Ni siquiera los más abusivos capitalistas de Miami pueden bajar al sótano del resultado del socialismo después de 50 años-y esto es mucho decir después de ver como el cubano ha tratado al cubano en este país cuando se trata de explotarlo. En Cuba se han violado los derechos humanos sin precedentes en su historia. Aqui el cubano ha descriminado al cubano y ha abusado de éste también sin o con escasos precendentes.

No se puede obviar que el cubano ha ayudado a su compatriota en este exilio se manera ejemplar. El cubano bien nacido. Nadie puede venirme a hacer historias: he vivido los dos extremos, quizá por eso el único extremo que amo es el de la libertad.

Raúl Castro podrá disfrazar a sus protegidos hijos e hijas de revolucionarios. Nadie cree en él ni en su hermano, mucho menos en sus “muchachos” que emanan de tan podrida estirpe. Los verdaderos revolucionarios de aquella generación cayeron luchando: José Antonio Echeverría, Fructuoso Rodríguez, Frank País, y miles de otros que sólo con sus intenciones hubiesen llevado a Cuba y al cubano al éxito, a la altura ética y moral y no a la destrucción total.

Raúl Castro y su pandilla de viejos asesinos podrán mantener el poder disfrazando sus posiciones y generando cambios cosmético-mediáticos con las oligárquicas de sus hijos y sobrinos. El silencio de las masas oprimidas por más de medio siglo explotará en medio de la plaga castrista como respuesta final.

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