The Hispanic Society of New York: a place of culture and invaluable works of art
Rafael Román Martel
On may 31, 2013 our SNL III Honor Students and members of The Union City High School visited, a tradition in my literature classes, the majestic building on 155th and Broadway of The Hispanic Society of America. Student’s were able to appreciate the work of the great masters like Goya, Velazquez, El Greco, Sorolla who worked 9 years-from 1911 to 1920 exclusively for the Hispanic Society of America, The result of his work is a masterful collections of paintings titled “Visions of Spain.” The museum has the most important collection of ceramics outside of Spain. The Hispanic Society first opened its door in 1908 at the Beaux-Arts building on Audubon Terrace that still serves as its home. Archer Milton Huntington, its founder, influenced and advanced the field of Hispanic studies in the United States more than any other individual during the first half of the XX century. His best known and most lasting contribution is The Hispanic Society of America, the “Spanish Museum” which he founded in 1904. In 1926 the inaugurated the Sorolla room, three years after his death, It is a must see, one of the most guarded secrets of New York City. ‘El museo cuenta con más de 800 pinturas, 600 acuarelas, 1.000 esculturas, y 6.000 objetos decorativos, incluyendo una colección de textiles. Asimismo posee una amplia colección de 15.000 grabados de varias épocas y más de 175.000 fotografías desde 1850. Entre las joyas de su colección se encuentran La duquesa de Alba vestida de negro (1797), de Goya, obras de Velázquez (Retrato de niña, El cardenal Astalli y El conde-duque de Olivares, Murillo y Zurbarán, y una impresionante sala dedicada a Joaquín Sorolla con los grandes lienzos que él mismo pintó por encargo: Las regiones de España. Debido a obras de restauración, dichas pinturas sobre lienzo se desmontaron y enviaron temporalmente a España, donde se expusieron en una muestra itinerante por varias ciudades que culminó en 2009, en el Museo del Prado y finalmente en Valencia.’
El profesor y amigo Jose Antonio Rodríguez, junto a Ines Martínez y Raúl García, a mi derecha la escritora cubana y profesora de Union City High School Teresa Cruz, a quien considero como una hermana, una verdadera patriota, autora del libro “La esquina de mi memoria”. Recientemente editado por Asopazco Edita. Es un honor tomarme esta foto frente a estos dos educadores cubanos. Teresa está casada con un hombre ejemplar: Antonio Hallado. Un hombre de principios inalterables y sólida formación intelectual, al que considero y respeto tanto como a Teresa. Esta pareja forma parte de lo más auténtico y lo mejor de este largo exilio.
Tanto la profesora Teresa Cruz como el profesor José Antonio Rodríguez sufrieron años prisión política en Cuba.
Fueron suficientemente fuertes como para continuar sus estudios en Los Estados Unidos y hoy son parte del profesorado en Union City High School. Tanto José A. Rodríguez como Teresa así como su esposo Tony me honran con su amistad y su solidaridad democrática. Es de singular orgullo posar con estos dos profesores que luchan día a día por sacar adelante a los estudiantes de Union City High School y logran, en su intenso esfuerzo e integridad las gratificaciones de esta vocación.
Aquí estamos, frente a la monumental estatua de El Cid Campeador, en el corazón del alto Manhattan, enseñando a sus estudiantes los valores y la herencia de la madre patria. Dios Siempre con ustedes.
(Photo: Kimberly Pérez) Estudiantes de Union City High School posan junto a Isabel Quicio, José Manuel Viedra, Pilar Spinole y José Manuel Rubio, cuatro españoles que se encuentran de vacaciones en Nueva York y que representan a atodavela.org, una organización con base en España que trabaja con la juventud, con las familias españolas, ayudando muchísimo a personas con discapacidad y de cuyos miembros Isabel nos habló con mucho cariño y orgullo. Fue un placer conocerlos y compartir con ellos este rincón cultural que nos ha dejado la madre patria. Y para vosotros de altodavela.org allá en Almería y a través de España un fuerte abrazo desde Nueva York.
Con Katia Hernández, la ganadora del Hudson County Essay Contest en el 2013. Katia arribó de su país, El Salvador, hace unos escasos 8 meses. En este tiempo ha logrado llegar al número 14 de su clase en Union City High School, donde se graduarán cerca de 700 estudiantes este mes de junio. Una magnífica estudiante en sólo unos meses ha logrado muchos éxitos en este país. Sé que estudiará y llegará a alcanzar sus sueños porque es una persona dedicada, muy disciplinada e inteligente. !Felicidades Katia!
Con mis alumnas colombianas Kimberly Pérez y Lissy Sierra en uno de los salones de cerámica del Museo. Kimberly es Valedictorian de la clase del 2013 y comenzará su vida universitaria en la prestigiosa Universidad de Princeton el próximo otoño. ¡Felicidades Kim! Lissy Sierra, su prima continúa la tradición familiar. Es una alumna de honores que en mi clase de literatura ha obtenido las mejores notas.
Una de las joyas artísticas que cuelga de las paredes del Hispanic Society of America: “Retrato de una niña” de Diego Velázquez. Este cuadro pintado alrededor de 1649, forma parte de la exhibición permanente del museo. No se ha podido descifrar la identidad de esta joven y aunque según algunos expertos está inacabado resalta la precisión del maestro en la definición en el rostro, sobre todo de los ojos, los detalles del vestido y el carácter que logró expresar en este cuadro. Se asume que esta niña se asume que era un familiar del pintor de cámara de Felipe IV.
(Foto: Kimberly Pérez)Vista parcial del espléndido Salón Sorolla en el Hispanic Society of America. El pasado noviembre del 2012 se vendió un cuadro de este pintor “Pescadores Valencianos” por $4.6 millones en el Sotherby de Londres. El óleo rinde un homenaje al quehacer de los pescadores de la tierra natal del pintor y capta con destreza el reflejo de un sol radiante en la espuma del mar. Y es muchísimo meas pequeño que cualquiera de los cuadros que cuelgan de este museo newyorkino.
(Foto: Kimberly Pérez) En el segundo piso del museo se pueden apreciar dos magníficos trabajos de Francisco Goya: el oficial militar Manuel La Peña y otro retrato atribuído a Alberto Foraster y Montaner (1737 – ca.1820), quien fue nombrado en 1800 oficial-comandante de la Real Escuela de Veterinaria. El retratado se encuentra de pie sobre fondo neutro, vistiendo uniforme de militar en el que llama la atención la gran solapa de color rojo con ribete dorado. Por debajo de la casaca sobresale la camisa blanca que aporta luminosidad a la composición. En la mano izquierda sostiene un sable y en la derecha sujeta un sombrero que lo apoya en lo que parece una mesa, la cual no se distingue bien debido al mal estado de conservación del lienzo.
En la calle 156 que desemboca en Broadway y muere en el East River, al otro lado del Hispanic Society of America se encuentra la iglesia de Nuestra Señora de la Esperanza, con su españolísima puerta de imponentes aldabas. Esta iglesia fue inaugurada en 1912 por el señor Huntington, uno de los promotores más entusiastas de la hispanidad en el siglo XX. Como muestra la placa, esta iglesia fue construida para personas de habla hispana, que no serían tantas en New York a principios de siglo. Lo que hace de este hombre, que se gastó una verdadera fortuna en impulsar el arte hispano en Los Estados Unidos, un visionario. Cien años más tarde este templo se encuentra en el corazeøn de un inmensa comunidad hispana en Nueva York.
Imponente retrato del Duque de Alba en la colección permanente del Hispanic Society of America, aquí un segmento de su interesante biografía: ‘(Piedrahíta, España, 1508-Lisboa, 1582) Militar y político español. Intervino desde muy joven en hechos de armas. En 1531, ya duque, sirvió en diversas campañas del emperador Carlos I, y sobresalió en la guerra contra la Liga de Esmalcalda, a la que venció en la batalla de Mühlberg (1547). Con Felipe II, la influencia de Alba llegó a su cenit, como jefe de uno de los partidos de la corte. Nombrado virrey de Nápoles (1556-1558), consiguió expulsar de Italia a los franceses. El momento culminante de su carrera fue su etapa de Flandes (1567-1573), adonde fue enviado, al frente de un ejército y con el cargo de gobernador general, para aplastar los levantamientos iconoclastas. Actuó con excesiva dureza, pese a que los disturbios ya habían sido sofocados antes de su llegada. Instituyó el llamado Tribunal de los Tumultos, encargado de juzgar y condenar a los rebeldes y confiscar sus bienes, y ordenó la ejecución de los condes de Egmont y de Horn, acusados de complicidad en los alzamientos. Para poder mantener el ejército, impuso nuevos y gravosos impuestos, sin respetar las libertades tradicionales flamencas. Con su actuación, no sólo fracasó en su intento de sofocar la revuelta, sino que la avivó. Solicitó entonces de Felipe II que lo relevara de sus funciones, y fue nombrado consejero de Estado. El matrimonio de su hijo Fadrique contra los deseos del rey le hizo caer en desgracia y se retiró de la vida pública. No obstante, fue llamado de nuevo (1580) para doblegar la oposición portuguesa contra Felipe II, quien reivindicaba sus derechos dinásticos al trono de Portugal. Tras derrotar al ejército de Diego de Meneses y conseguir la rendición de la flota lusa, el de Alba entró en Lisboa. El anciano duque fue nombrado condestable de Portugal y recibió el Toisón de Oro.’
(Foto: Kimberly Pérez) El patio de español del Hispanic Society of America, donde a la entrada se presenta La Duquesa de Alba de Goya. Un españolísimo espacio en el alto Manhattan que guarda en sus paredes, como celosos secretos, las inmortales obras de arte que allí exhibe.
El profesor Jose Antonio Rodríguez frente a la estatua de El Cid Campeador en el Hispanic Society of America el 31 de mayo del 2013.
Detalle del monumental edificio que abriga incalculables obras de arte en la calle 155 y Broadway, en el alto Manhattan. Alrededor de esta construcción edificada para la posteridad por Archer Miltom Huntington rezan los nombres de los grandes conquistadores españoles, caciques indios, exploradores y otras figuras que de una u otra manera contribuyeron al desarrollo de la hispanidad en este hemisferio.
Vista del patio español del Hispanic Society of America, donde la entrada exhibe el retrato de Gayetana, Condesa de Alba, pintado por Francisco Goya en 1797, en el retrato se puede apreciar en su mano el curioso detalle de los anillos de Alba y Goya en sus dedos y en la contra sombra de este magnífico retrato la condesa apunta al piso, donde se lee: “Solo Goya”. Este retrato, lejos del Prado, es testimonio, aún impugnado hasta nuestros días por escritores fieles al linaje aristocrático español, de que la condesa fue amante de Goya y protagonista de La Maja Vestida y La Maja Desnuda del pintor, que hoy reposan en el Museo del Prado de Madrid. Tuve la oportunidad de ver en varias veces Las Majas en El Prado y la similitud entre éstas y el retrato de la Condesa de Alba en el Hispanic Society de América es indiscutible. Quizá por esto. siempre he sospechado que la aristocracia española impulsó la venta de esta obra de arte al HSOA, manteniéndola lejos de España, enterrada en el corazón de las alturas de Manhattan, fuera del alcance de una mayoría de los españoles. La obra era prácticamente desconocida para el populacho hasta la explosión de la internet. El hecho de que una Grande de España haya sido amante de un pintor de corte y que éste haya marcado con sus manos prodigiosas el romance molestaba la realeza española, que siempre ha llevado con orgullo sus narices esculpidas al nivel de sus apellidos. La casta aristocrática del imperio jamás quiso admitir que una de sus más altas representantes apareciera posando desnuda ni en un retrato que revela sus amoríos con un pintor de corte. Después de la Guerra Civil Española, cuando la aristocracia en España resurgió de manera singular hasta nuestros días, bajo el régimen de Francisco Franco, el patriciado español seguramente sintió cierto alivio de que este retrato se encontrara en un rincón del barrio hispano de Nueva York, al que siempre han considerado un basurero.
Este cuadro que evidencia la arrogante belleza de la condesa, tambien exhibe la cercana relación que mantenía con Goya. La actual descendiente de esta extraordinaria mujer, amante del placer, es una de las mujeres más ricas y escandalosas de España. El lineaje Alba conservó su fortuna al contrario de los Osuna. Cayetana era esclava de todo tipo de placeres y adicta a las “sales” (cocaína) y al más exquisito alcohól y los “caviares dorados de Rusia”, de los que disfrutaban los Grandes de España, incluyendo a Godoy, uno de sus amantes. Esta aristocrata conserva en nuestros días más títulos que la reina de Inglaterra.
María del Pilar Teresa Cayetana de Silva y Álvarez de Toledo murió de repente, muy posiblemente envenenada por María Luisa de Parma, reina de España de 1788 a 1808. La Condesa de Alba despertó la envidia de la reina exhibiendo más suntuosos carruajes, vestidos y lujos que la misma reina. Despertó además los celos de la regente por su impertinente gallardía y su libertad de espíritu, sustentando a Godoy de amante mientras mantenía relaciones con un número de cortesanos y nobles de su época, incluyendo al pintor Goya, quien, muy posiblemente, la retrató vestida y desnuda.
(Foto: Kimberly Pérez) Vista del patio del museo y biblioteca del Hispanic Society of America. Un lugar que todo amante de la cultura y el legado de España en nuestro hemisferio no debe de dejar de visitar en la capital del mundo: Nueva York.