“¿Por qué no te callas?” ¡España en llamas!

España en llamas ¿O Hugo Chávez en candela?

Rafael Román Martel

Hugo Chávez Frías es un tipo con suerte. las cosas le han salido bien. Se ha salvado de un “golpe de estado”, tiene buenos amigos, el pueblo lo ha apoyado y es un tipo que ha caído en gracia. Tiene hasta un programa de televisión. Claro que ha sido ayudado por un período en la política de Latinoamerica comparable a la división de boxeo de los pesos pesados: a falta de talento un grupo de rusos se ha apoderado de las fajas. Asi en nuestra América se han cloneado los hijastros del socialismo: Ortega, Lula, Evo, los que no me vienen ahora a la memoria y hasta esa señora en la Argentina, que como una Evita montada en los hombros de un abanico, le hace olvidar a los argentinos en la miseria que han vivido por las últimas décadas.

Montado en el tren de la mediocridad, apoyado por la desesperación, la buena fe y la nobleza de los venezolanos y las inteligentes pistolas de los comunistas cubanos, Chávez ha logrado saltar charcos, cruzar peligrosas avenidas y pasearse en el paracaídas de la democracia hasta hace unas semanas, cuando los estudiantes de Venezuela se cansaron de cruzarse de brazos a que el hombre les imponga una Cuba sin piedad.

Entonces comenzaron las manifestaciones y no paran.

La reforma a la constitución, en la cual los estudiantes profundizaron (¡Qué Dios los bendiga no hay quien se espante esos mamotretos!), no los llevó a otra conclusión que su ratificación será el fin de la luz para un país cuyo pueblo se niega a dejarse imponer una dictadura a las alturas de siglo XXI, una dictadura bolchevique, que significa el final de la nación venezolana como se le ha conocido hasta ahora.

Cuando Chávez habla de la revolución socialista y los profundos cambios que ésta implica el hombre no miente. Nadie mejor que él y sus asesores cubanos saben lo que este cambio conlleva. Los estudiantes y muchos venezolanos que han apoyado al líder socialista han decidido poner un freno porque ven claramente que el control y el futuro de su país se les va de las manos, y una vez que esto suceda sólo quedará la prisión o el exilio, o algo peor. Cuba es el espejo de lo que Chávez y sus compañeros luchan por implantar. Algunos de estos antiguos compañeros han salido a la luz pública para ponerse en contra de lo que nítidamente ven como el principio de algo muy feo para el país.

Las dudas sobre el liderazgo de Chávez se riegan por toda la nación asi los estudiantes ponen al relieve la intención de la reforma. Muchos todavía apoyan al presidente pero cada día pierde popularidad, votos y respaldo para su ansiada revolución. Venezuela se debate entre la dictadura y la libertad y comienza su pueblo a confrontar los peligros de usar su voto para legalizar una cadena en el tobillo nacional.

La suerte de Chávez está pasando por una crisis.

Su punto de referencia y apoyo: Cuba, hace todo lo posible por afincar su influencia y control en el país, pero Cuba cojea. Su sistema está apuntalado por el cañón de un revólver que mantiene al pueblo inmóvil. Los comunistas cubanos darán la batalla con Chávez. Son muy capaces. Lo que no son capaces de hacer es sofocar el fuego de la juventud venezolana que agita antorchas de libertad.

Mientras esto sucede llegó el asunto de rey y al sombrero de trucos socialista se le abrió un hueco.

Con la intención de ganar más adeptos y ser la estrella de la inútil reunión de presidentes iberoamericanos, Chávez lanzó sus diatribas contra el ex presidente español José María Arnaz. Una vez que vio el camino abierto ante el silencio de los otros funcionarios y olfateando la debilidad e ineptitud de la señora que dirige a los chilenos, Hugo arreció su dialéctica y ya sabemos lo que pasó con el rey.

En esta los socialistas calcularon mal. La diatriba anti española tenía dos objetivos: desviar la atención de lo que sucede en Venezuela e inflar la imagen de Chávez como líder internacional de los pobres y los oprimidos.

Hizo el ridículo.

Hizo mucho más: ha enfurecido a los españoles.

Con todas sus divisiones regionales, España tiene la cualidad de unirse solidamente con un gran sentido de identifiación y solidaridad ante cualquiera que ofenda sus instituciones, tradiciones o figuras de relieve internacional. Tanto el rey como Arnaz son figuras controversiales para unos como altamente respetadas por otros, pero ambas ejercen un alto grado de civismo y el rey es el Rey de España. Jamás han dado un ápice de indicio de ser facistas, mucho menos golpistas. Ofenderlos es un acto repudiable. A los españoles no les cae bien que insulten a sus líderes. Ahora Chávez ha logrado, que según las escuentas, un 100% de los españoles estén echando candela por esta insolencia.

Desprestiado, mal ha representado a Venezuela Chávez, quien gozaba hasta de cierta simpatía por parte de la prensa española, incluyendo a Televisión Española, la cual en ocasiones ha omitido algunas de las manifestaciones y líos que por culpa de Chávez sufre el país.

Ahora las cosas han cambiado. Chávez ha añadido una página al manual de “Como cometer errores en política internacional”. James Baker y sus amigos deben estar desde el sábado riéndose sin parar.

No contento con su actuación en la “cumbre” el presidente anunció hoy que tomaría represarias contra inversiones españolas en Venezuela. Lo quer hace dudar a los expertos en política si Chávez se le ha ido de las manos a los asesores cubanos, que hubiesen aconsejado ya cambiar táctica. Sinceramente, Raúl Castro no hubiese incurrido en ese tipo de errores, su hermano mucho menos.

Entre la reforma y ahora el rey, camina en la cuerda floja el líder latinoamericano. Cuba comunista hace lo posible por aguantar con todas sus fuerzas la soga.

La reforma acomoda las vagas aspiraciones de los que creen en el socialismo como una forma de vivir con menos responsabilidades. Tira anzuelos con ventajas para la clase obrera para atraer el hambre del oprimido a las urnas, donde una vez pasada la ley e incorporados los artículos a la constitución, los comunistas comiencen a darle forma interpretativa con un denominador común: control férreo sobre la población mientras se ordeña al país en favor del internacionalismo.

Lo peor es que no hay forma de quejarse porque si usted es venezolano ha votado por su propio verdugo. Sus opciones se han cerrado.

Hasta ahora se libra una lucha sin cuártel por informar al pueblo venezolano. Lo que comenzó como parte de una comedia se transforma ahora con un toque de drama. Si la juventud es “un divino tesoro” estos jóvenes demócratas en Venezuela están haciendo lucir muy bien a Rubén Darío. Escaceándole la suerte Chávez debe reorganizar sus dados.

11/12/07